Ex Cárcel Isla Teja

Hubo un momento en los años sesenta en que se creía que la cárcel podía ser un espacio de verdadera rehabilitación y no de castigo. Con esa visión se inauguró este recinto en 1973, donde se proyectaba un sistema de talleres de huertos, arte y trabajo comunitario. Pero el golpe de Estado dio un vuelco profundo a este lugar, que terminó -paradójicamente- convertido en un centro de detención y tortura. En honor a su memoria, el 2018 este inmueble fue declarado Monumento Histórico.

Detente un momento en este sector y pregúntate ¿cómo sería nuestra sociedad si es que proyectos de dignidad carcelaria hubieran prosperado?

Reseña extendida . . .

Este complejo penitenciario se construyó en el marco de una política pública de los años ´60 que buscaba dignificar la situación carcelaria, procurando una verdadera reinserción social de los internos.

Dado el hacinamiento, inseguridad e insalubridad de la cárcel de Valdivia de ese entonces, ubicada en la calle General Lagos, el Complejo Penitenciario (hoy Ex Cárcel Isla Teja) se inauguró en 1973, siendo el más grande de su tiempo a nivel nacional. 

Con un enfoque comunitario, centrado en la generación de espacios de trabajo y recreativos dentro del régimen carcelario, el Complejo Penitenciario fue concebido como un edificio semiabierto de varios pabellones, destacando por su fachada quebrada y el emplazamiento del recinto para la optimización de la luz del sol y la ventilación cruzada. 

Poco duró la intención de dignificar la vida carcelaria ya que, en 1973 tras el golpe de estado, el recinto se transformó en centro de detención al cual fueron trasladadas numerosas autoridades depuestas, militantes de izquierda, dirigentes sociales y otros ciudadanos acusados de pertenecer a las fuerzas de oposición a la dictadura. En el inmueble, además se practicó la tortura y la ejecución de detenidos. 

Desde 1991 continuó su uso carcelario hasta la inauguración en el 2007 de la nueva cárcel local (y concesionada) en el recinto del Fundo Llancahue, en la salida sur de Valdivia. Actualmente, parte de las dependencias de las antiguas edificaciones las ocupan Gendarmería para reclusión nocturna y servicios diurnos en el Centro de Educación y Trabajo Remunerado (CET).

El edificio principal de la ex Cárcel se sostiene en ruinas, digno y hermoso. El año 2018 fue declarado Monumento Histórico debido a su valor histórico, arquitectónico y urbano. El centro es utilizado también por la Agrupación de Ex Presos Políticos y Familiares de Valdivia, quienes para el Día del Patrimonio realizan visitas guiadas, además de recorridos para estudiantes en los cuales guían y dialogan sobre su experiencia.


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