Humedal Santa Inés

Si no existiera el humedal Santa Inés, la Isla Teja sufriría fuertes inundaciones. Este ecosistema en medio de la ciudad, además de ser crucial para la captación de aguas lluvias, es hábitat para más de 47 especies de aves como garzas, siete colores y lechuzas; vegetación acuática como vatro y helecho costilla de vaca en los bordes, y también anfibios. En primavera o verano podrás escuchar el intenso canto de la rana chilena y la ranita de antifaz; son los machos intentando conquistar a las hembras.

¿Sabías que existe una fuerte presión inmobiliaria que amenaza estos ecosistemas? ¡Comunica la urgencia de proteger!

Reseña extendida . . .

En el área urbana de Valdivia existe una red de alrededor de 3.000 hectáreas de humedales, importantes espacios de naturaleza que ofrecen oportunidades de recreación y encuentro (Fundación Forecos, 2020). 

Los humedales son uno de los ecosistemas más ricos y amenazados del mundo. Según un estudio de la Universidad Austral de Chile, desde el año 2000 se han perdido 500 hectáreas de humedales en la ciudad de Valdivia. Peor aún, en los últimos 10 años la tasa de destrucción se ha acelerado, con 39 hectáreas de humedales que anualmente son rellenados y convertidos en áreas urbanas (Fundación Forecos, 2020).

Los humedales de Isla Teja captan el agua proveniente de los cerros del Fundo Teja Norte y Arboretum que se unen a algunas vertientes locales y napas de agua subterránea. Hoy encontramos los humedales Santa Inés y Cotapos, últimos resabios de la extendida área de humedales y hualves que caracterizaba a la isla (Fundación Forecos, 2020).

Uno de los elementos ambientales destacados del humedal Santa Inés es su importancia para el control de inundaciones y captación de aguas lluvia de la mayor parte de la Isla Teja. En el humedal Santa Inés existen al menos 47 especies de aves, incluyendo aves de pajonal como el siete colores y trile, patos como el jergón chico, garzas, aves del bosque como el rayadito, y aves rapaces como el nuco y la lechuza (Fundación Forecos, 2020).

La vegetación característica del humedal son los totorales o pajonales formados por totora, vatro y cortadera, mientras en los bordes es común encontrar helecho costilla de vaca (Fundación Forecos, 2020).


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